Dioses y leyendas del mundo celta

Aunque el mundo celta en su apogeo abarcara la mayor parte de Europa occidental y central, no estaba políticamente unificada, ni existía alguna fuente central sustancial de influencia cultural; por consiguiente, había mucha variación en las prácticas locales de la religión celta (aunque ciertos motivos, por ejemplo, la adoración al dios Lugh, parece haber difundido en todas partes del mundo Celta).

Las inscripciones de más de trescientas deidades, que a menudo se comparan con su contraparte romana, han sobrevivido, pero de éstas las más representadas parecen ser los genii locorum, dioses locales o tribales, de los cuales solo unos pocos fueron extensamente adorados. Sin embargo, de lo que ha llegado a nuestros días de la tradición celta, es posible distinguir las concordancias que insinúan un panteón más unificado de lo que a menudo se cree.

La naturaleza y las funciones de estos dioses antiguos pueden ser deducidas de sus nombres, de la localización de sus inscripciones, su iconografía, y de las deidades romanas con las que han sido comparadas.

Los druidas, al igual que los celtas, descendemos de estos dioses. No fuimos creados por ellos.

Los celtas eran tribales por naturaleza, y asimismo lo eran sus dioses. De esta forma nos encontramos con que cada tribu podía dar un nombre diferente a los dioses de un mismo panteón.

Estos son algunos de los dioses en los que depositamos nuestras creencias y basamos nuestros rituales. Son algunos, no significa que no existan otros. Tampoco significa que se deba adorar a todos, sino que, cada uno dentro suyo se siente atraído por una deidad particular, y la toma para sí.

Pero a la vez que adoramos a estos dioses, también, debemos conocer su procedencia, su nombre, su significado, su poder.

He aquí los dioses ancestrales celtas.