Trey
Mensajes : 16 Fecha de inscripción : 21/06/2012
| Tema: El cáliz de piedra: el Grial en la alquimia Vie Jun 22, 2012 3:32 pm | |
| En Parzival, el Grial no se describe como una copa, sino como: - Citación :
- Una piedra de máxima pureza... llamada lapsit exillas... Por muy enfermo que se encuentre un hombre, si un día ve dicha piedra no morirá en las siguientes semanas... se dice, que si aquél individuo sigue viéndola, por más de doscientos años (su aspecto) nunca cambiará, a excepción de su cabello, que puede volverse gris.
Esta descripción siempre ha desconcertado a los estudiosos, y en diversas ocasiones se ha intentado descifrar lo que quería decir Wolfram con la expresión lapsit exillas. ¿Acaso quiso decir lapsit exillas ex caelis, o "piedra caída del cielo"? Así parece indicarlo un pasaje de Parzival* en el que se afirma que la piedra era una joya, una esmeralda que cayó de la corona de Lucifer durante la guerra entre Dios y Satanás, siendo traída a la tierra por ángeles que se mantuvieron neutrales. Algunos traductores interpretan que la joya no cayó de la corona de Lucifer, sino de su frente, y la relacionan con la perla engarzada en la frente del dios indio Siva. Esta piedra, denominada Urna, representa el sentido de la eternidad que posee el dios, y es como el Tercer Ojo, con el que se puede mirar hacia dentro para alcanzar el conocimiento y la perfección. Al perder la esmeralda, Lucifer queda condenado a residir en la tierra como manifestación del mal, mientras la piedra misma se convierte en una imagen caída que sólo puede elevarse nuevamente gracias a la búsqueda del Grial y se redime mediante el acto de curación realizado por Perceval en su nombre. Esto se asemeja mucho a algunos de los procesos alquímicos; y de hecho, la interpretación más acertada de la "piedra pura" de Wolfram la considera como una referencia más o menos directa a la lapis philosophorum o piedra filosofal, cuya búsqueda ha ocupado las mentes y energías de nuestros ancestros alquimistas de manera casi exclusiva el último siglo (XIV). - Spoiler:
Símbolos utilizados por los alquimistas. Los alquimistas tenían un sistema de símbolos prefigurando quizá la actual nomenclatura química.
Se sabe que a pesar de la fascinación que ejerce, la piedra es considerada simplemente como una fase del proceso como Magna Obra, en la cual todos están implicados en mayor o menor grado. La Obra es básicamente un proceso de transformación de los elementos inferiores —tierra, aire, agua y fuego— en estados superiores de existencia; y en el plano espiritual, una transformación de los elementos inferiores del hombre en manifestaciones superiores. La piedra desempeña la función de catalizador, y su creación es el primer paso importante en el camino hacia los objetivos últimos de la Obra: la perfección espiritual del alquimista y su unión con Christo. Todo el proceso de la Magna Obra se lleva a cabo en el mayor de los secretos y bajo el constante temor de ser denunciados por herejía o brujería. Para disimular sus actividades, los alquimistas detallaron un elaborado sistema simbólico, en el que los distintos elementos recibían el nombre de dioses y diosas, y a veces también sus personalidades. De hecho, es posible que Wolfram conociera en parte este simbolismo y lo incluyera en su poema sin haberlo entendido del todo, como cuando dice que el poder de la piedra del Grial es el mismo que permite que el fénix se autoinmole y renazca de sus cenizas. El fénix es utilizado con frecuencia como símbolo de la piedra filosofal, y se lo representaba cerniéndose sobre ella. Es, también, un símbolo de transfiguración que, como el Grial, representa la renovación espiritual.*Parzival es un poema épico (medieval) obra de Wolfram von Eschenbach. Data del siglo XIII y su argumento es la vida de sir Perceval, caballero de la Mesa Redonda y de la corte del rey Arturo, y su búsqueda del Santo Grial. | |
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