La enseñanza del druida

El entrenamiento de un Druida requiere de 20 años de estudio de tiempo completo, conectando este ciclo con el ciclo lunar en donde la luna converge con el ciclo solar.
Es decir, cada 20 años el ciclo lunar se repite exactamente en el mismo día (solar).
Dentro de estos años de estudio el Druida se concentra en un rango amplio de estudios, desde poesía e historia, herbolaria, adivinación, magia, legislatura, habilidades manuales, etc.
Los maestros que llegan a dominar un área específica eran llamados File, y quienes compartían su conocimiento eran llamados Draoi, que proviene de la misma palabra que Dair, Roble, por lo que se conocían como aquellos que enseñan bajo el roble.

Su enseñanza se compone de tres mandamientos:

Obediencia a las leyes divinas. Siendo Dios considerado como inteligencia cósmica, esta obediencia presupone que existe en el hombre el principio de voluntad, característico de la Divinidad.

Interés por el bienestar del medio social, es decir de la Humanidad y del clan. Esto exige una noción de amor, segunda característica de esta Divinidad con múltiples formas, que no puede ser representada.

Asunción con valentía de todos los embates de la vida, es decir, ser estoicos, tener una filosofía de vida. Como la historia lo ha demostrado, estos pueblos tienen una gran capacidad para aguantar el sufrimiento y enfrentarse a la adversidad. Para que esto sea posible, se necesita la inteligencia: para saber callarse cuando hace falta, para renunciar cuando hace falta y para actuar en el momento preciso.

La característica de esta divinidad, que es al mismo tiempo una y triple, es estar dividida en tres, siguiendo las tres virtudes básicas: voluntad, amor e inteligencia. Estos tres “mandamientos” pueden vivirse individual o colectivamente, y están relacionados con los tres grados de sacerdocio.

Las colegiaturas druidas son conocidas como 'Arboledas'.
El sistema de entrenamiento es el generador del estrato cultural y espiritual de la sociedad. Los estudiantes durante su entrenamiento de 8, 12, y 20 años aprenden los ciento cincuenta caracteres de la escritura cifrada celta conocida como Ogham.

El término "ogmico" puede traducirse como "destreza en las palabras" explicación íntimamente ligada al hermetismo que mantienen los druidas respecto de este escritura.
También, se tiene en cuenta la práctica de los rituales de fuego, la meditación, y la contemplación de los amuletos rúnicos y la geometría sagrada celta.

La palabra gala nemeton o nemeto, designa el santuario, el lugar específico en el que los celtas practican el culto, bajo la dirección de los druidas. El equivalente gaélico es Nemed que significa "sagrado".

Son lugares abiertos al cielo, calveros en el bosque en donde crecía determinado tipo de hierba o un roble solitario. Por ejemplo, la concurrida fuente de Barenton, en las Galias, adoptaba el nombre de Belenton o Belnemeton por tratarse de un calvero dedicado al dios Belenos.

Muchas veces se designa a estos lugares como espacios apropiados para el sacrificio o para la enseñanza. Pero no deben confundirse. El Nemetón es más un lugar de rituales, congregaciones de distintas órdenes y reuniones que un centro de enseñanza.

Los druidas prefieren los bosques ya que es el mejor lugar para estar conectado con el conocimientos de sí y del mundo.
Instruyen a los niños de la clase guerrera, que comprende a la nobleza celta, en habilidades tales como contar y orientarse por medio de las estrellas. Se reuníamos en los bosques y sientan a los pies de los maestros en la sombra moteada.
A las mujeres celtas que deseaban aprender se les concede el privilegio. Pero los maestros nunca comparten los auténticos secretos con todos. Ésos es tan sólo para los iniciados.