Druidesa: Ven hijo. Siéntate bajo la protectora sombra de este árbol y escucha con atención. Hoy aprenderás sobre sus misterios y sus leyendas, su importancia para nuestra cultura y para todos los seres vivos. Pregunta sin miedo. Soy toda oídos.
Aprendiz: Cuéntamelo todo Gran Sabia.
Druidesa: Nuestros antepasados celtas veían en
el árbol no sólo la esencia de la vida sino el recurso para predecir el futuro. Observa todo el conjunto del árbol, desde sus raíces que se hunden en la tierra, hasta su copa más o menos frondosa. Así debes ser en la vida, mantén la vista elevada, permanece bien apoyado en el suelo y ten en cuenta que la Naturaleza es tan previsora que a un tiempo de caída de las hojas, le sigue otro de nieves, las cuales propiciarán la aparición de los mejores brotes. Se habrá llegado entonces a la época de fertilidad y del renacimiento de la vida más pletórica.
Desde el principio de los tiempos
el árbol ha mantenido una relación vital con el ser humano, al proporcionarnos el primer hogar, leña, sombra y alojamiento para las aves que pueden convertirse en caza para alimentarnos.
Los druidas, consideramos que la relación puede hacerse más íntima, si se tiene en cuenta que cada hombre o mujer lleva en su interior un árbol, por medio del cual alimentan el deseo de crecer de la mejor manera.
El árbol es el protector de todo lo material y espiritual de los seres humanos. El árbol articula toda la idea del cosmos al vivir en una continua regeneración.
Los druidas vemos en él, el simbolismo de la verticalidad, de la vida en completa evolución, en una ascensión permanente hacia el cielo.
Por otra parte,
el árbol permite establecer una comunicación con los tres niveles del cosmos:
el subterráneo, por sus raíces que no dejan de hurgar en las profundidades que recorren en la continua necesidad de encontrar agua;
la de la superficie de la tierra, por medio de su tronco y sus ramas;
y las alturas, a través de la copa y las ramas superiores, siempre reunidos la totalidad de los elementos: el agua que fluye en su interior, la tierra que se integra en su cuerpo por las raíces, el aire que alimenta las hojas y el fuego que surge de su fricción.
Aprendiz: Se dice que el árbol es el eje del mundo
Druidesa: El árbol es el símbolo de la
relación tierra - cielo debido a que sus raíces se sumergen en el suelo, mientras sus ramas se elevan al cielo. Por esto, el árbol es la esencia del mundo.
Son muchas las civilizaciones antiguas que han establecido su árbol central, ése que era tenido como el eje del mundo: el roble de los celtas; el tilo de los alemanes; el fresno de los escandinavos; el olivo de los árabes; el banano de los hindúes; el abedul de los siberianos, etc.
El árbol cósmico es esencial, pues su savia supone el rocío celestial y sus frutos proporcionan la inmortalidad: el retorno del ser o un estado paradisíaco.
Aprendiz: ¿Qué puedes decirme del árbol de los antepasados y el árbol social?
Druidesa: Nuestro antepasado fue el árbol. Él interviene en la transformación del hombre en árbol y viceversa.
El árbol simboliza el crecimiento de una familia, de una ciudad, de un pueblo, de una nación y del poder del rey. Simboliza la cadena de generaciones.
El árbol ofrece tres temas:
Ciencia, Fuerza y Vida.El árbol es símbolo de la
Ciencia y sobre su madera han sido precisamente grabado los textos célticos antiguos.
El árbol es también
Fuerza en algunos vocablos o nombres propios.
De la misma manera,
el árbol es
símbolo de Vida, por actuar como intermediario entre el cielo y la tierra, y resulta incluso portador de frutos que dan o prolongan la existencia. Los árboles celtas brindan protección y grandes influencias mágicas.