Rincón del Ovate

Los ovates o vates, que podrían ser considerados el segundo grado de la escuela druida, luego de haber pasado por su entrenamiento como bardos, comenzaban a tener nuevas funciones y habilidades. Los ovates tenían la capacidad de realizar actos mágicos mas formalmente y realizar rituales, lo que puede llamarse Magia menor, sin embargo también participaban en rituales de mayor importancia como el sacrificio, pero siempre en la presencia de un druida. Su función principal y mas destacable eran las artes adivinatorias, la capacidad de la poesía profética. Asi que podían prever sucesos futuros y vislumbrar las posibilidades que toman forma en la distancia.


Se desconocen los métodos exactos que los ovates usaban para la adivinación, aunque se tiene conocimiento de un "tarot celta" o una especie de oráculo que funciona a base de simbolismos. Sus conocimientos sobre herbolaria y sus usos tanto en la Magia como en la medicina eran abundantes también.
El ovate lleva la túnica verde, color de la vibración de la Naturaleza sobre nuestro planeta; el mar, fuente de vida, vibra en esta tonalidad correspondiente a la nota fa, la cuarta nota en la escala de siete.
El ovate no es todavía el druida, pero tiene la posibilidad de enseñar a la juventud, de dar esperanza y ánimo. Puede también aprender a utilizar las armas, llevar una espada y batirse, porque sabe cuándo y cómo hay que hacerlo. Si el bardo trabaja con la música profunda, aquella que encadena las ondas a través de espirales, el ovate trabaja sobre las ondas del pensamiento.

He aquí, la magia y la sabiduría de los ovates.

El calendario del árbol celta es un sistema alternativo de los cambios en los ciclos lunares de las energías del año, así como los solares. Los árboles celtas son trece, los cuales son representativos de las trece lunas nuevas que ocurren cada año. Los druidas creían que la raza humana originalmente descendieron de los árboles. Cada árbol le había proporcionade cualidades mágicas. Esto estaba codificado en los misterios del alfabeto secreto chamánico, conocido como el Ogham, cuyo origen se atribuye a Ogma, el dios celta de la poesía.
Cada uno de los trece meses corresponde a un árbol, el cual se corresponde a su vez con una letra del alfabeto Ogham. En la siguiente tabla los identificamos en la columna correpondiente a los meses.